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CONCLUSIONES
La acción se realizó sin ningún contratiempo, acabamos de colocar los carteles y nos retiramos. A la mañana siguiente fui a ver si seguía en pie o lo habían retirado. Para sorpresa mía seguía allí a las 8 de la mañana, a las 12 y a las 2. Lo más sorprendente es que los vehículos lo sorteaban con la mayor naturalidad, que había policía delante de la Plaza de Toros y ni se acercaron a ver qué sucedía. En lo que respecta a los peatones quedé un poco desilusionada al ver que el uso era discreto, así que “pisé el asfalto” para experimentar la sensación, me di cuenta que la valla delimitadora que habíamos colocado era un poco endeble y que daba un poco de “yuyu” el caminar por ahí. De todas formas cuando se cruzaban un par de grupos si que era utilizado.
Esta noche seguía también en el mismo sitio.
Solo queda agradecer a mis compañeros transeúntes: P., T., C., G., E. que sin su inestimable colaboración esta acción no hubiera sido posible.
